
Se trata de una deformación y alteración del funcionamiento normal de las venas de las piernas. En estado normal, la sangre en las venas se mueve de abajo hacia arriba; Esto se logra gracias a las contracciones del corazón, el trabajo coordinado de las paredes elásticas del vaso, los músculos que rodean el vaso y la válvula de la vena. Esta válvula permite que la sangre fluya hacia arriba y evita que fluya en la dirección opuesta. Cuando hay una violación, las paredes de los vasos se expanden, el espacio de la válvula diverge y la sangre puede moverse parcialmente en la dirección opuesta, creando un contraflujo, expandiendo aún más las paredes de los vasos y debilitando la válvula. Aparecen varices. La enfermedad es extremadamente común entre personas mayores de 30 años, siendo las mujeres las más afectadas.
Causas y prevención de las varices de las extremidades inferiores.
Las causas de las varices en la mayoría de los casos radican en un estilo de vida sedentario: pasamos mucho tiempo en una posición estática (especialmente sentados) y no damos la tensión necesaria a nuestros músculos. Los siguientes factores de riesgo también pueden afectar:
- ropa excesivamente ajustada (pantalones, calcetines),
- zapatos incómodos (especialmente tacones altos),
- alteraciones en el equilibrio hormonal,
- baños calientes frecuentes, visitas a la sauna,
- actividad física intensa y prolongada, levantamiento de objetos pesados,
- obesidad.
La principal prevención de las varices es mantener un estilo de vida saludable. Aunque tengas un trabajo sedentario, intenta no quedarte sentado sin moverte durante varias horas seguidas: levántate, estira las piernas, camina más; y no te olvides de una dieta equilibrada, que, junto con una actividad física moderada, te protegerá de muchas enfermedades.
El embarazo también es uno de los factores de riesgo graves de venas varicosas. Pero la predisposición genética todavía se está estudiando, e incluso hay una serie de estudios que la refutan.
Síntomas
La enfermedad puede desarrollarse muy lentamente: años o incluso décadas. Los síntomas de la etapa inicial son variados, pero por conveniencia se combinan en un cierto complejo bajo la sensación general de pesadez en las piernas:
- fatiga en las piernas sin ejercicio serio,
- venas doloridas,
- calambres nocturnos en las pantorrillas,
- Sensación de tirón en las piernas.
Si no realiza un seguimiento de los síntomas de las venas varicosas en la etapa inicial, la vena se deformará cada vez más. Por las noches comenzará a aparecer hinchazón en pies y tobillos, que desaparecerá por la mañana; Las arañas vasculares se harán visibles y luego se sentirán venas hinchadas y nódulos. Si no consulta a un especialista en esta etapa, además de la evidente disminución de la calidad de vida y el dolor evidente, la persona corre el riesgo de sufrir pigmentación de la piel y úlceras tróficas. El curso posterior de las venas varicosas trae complicaciones como sangrado de los ganglios venosos y el riesgo de desarrollar una enfermedad tan grave como la trombosis, que puede ser fatal sin contactar a un especialista.
Diagnóstico
El diagnóstico de las venas varicosas es bastante simple: consiste en un examen, un examen del paciente y una ecografía que mostrará el área afectada de la vena y la magnitud del daño para seleccionar el tratamiento óptimo. Si por alguna razón (por ejemplo, cuando las venas dañadas son profundas) la ecografía no proporciona toda la información necesaria, el especialista realizará un examen adicional: flebografía, inyección de un agente de contraste en la vena, que, bajo rayos X, mostrará los cambios más pequeños en la vena a lo largo del flujo sanguíneo.
Tratamiento de las varices de las extremidades inferiores.
El tratamiento no quirúrgico de las venas varicosas (ejercicios físicos especiales, masajes, uso de prendas de compresión, toma de medicamentos para fortalecer las paredes de los vasos sanguíneos) ayudará solo en la etapa inicial. Pero, lamentablemente, en este momento muy pocos pacientes recurren a un especialista. Quizás debido a la prevalencia tan amplia de la enfermedad, muchos confían en los métodos de tratamiento tradicionales, que no han demostrado su eficacia, y pierden un tiempo precioso, o se resignan a la expansión de las venas hasta un síndrome de dolor insoportable, que indica una etapa avanzada.
El tratamiento quirúrgico de las varices, como cualquier otra intervención quirúrgica, requiere de un equipo médico altamente cualificado que trate al paciente. Después de todo, se pueden encontrar contraindicaciones graves para la operación, así que confíe su salud únicamente a especialistas experimentados en centros médicos bien equipados.
Estamos dispuestos a ofrecer a nuestros pacientes todos los métodos de tratamiento conocidos y clínicamente probados: desde conservadores (no quirúrgicos) hasta quirúrgicos. Entre los más efectivos se encuentran:
- coagulación con láser (eliminación con láser, es decir, mediante exposición térmica de áreas de vasos dilatados): este método es adecuado para vasos pequeños y para eliminar arañas vasculares ubicadas cerca de la superficie de la piel;
- esclerosis (inyección de una sustancia especial en una vena que la obstruye de forma segura): este método es adecuado solo para vasos pequeños periféricos;
- la flebectomía es la extirpación quirúrgica de la zona afectada de una vena, utilizada en estadios avanzados de la enfermedad en venas grandes;
- coagulación por radiofrecuencia.
La elección del método de tratamiento depende de muchos factores (la extensión de las venas varicosas, el estado del paciente, las contraindicaciones de la manipulación). Los especialistas intentan proporcionar al paciente la información más detallada sobre su condición, escuchar sus deseos y decidir el método de tratamiento adecuado a la situación específica.














































